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En esta sección encontrarás todo tipo de filtros para riego por goteo: Filtros para bajo caudal, filtros manuales, filtros semiautomáticos y filtros automáticos. Tanto en versión de anillas como de malla
Subcategorías de Filtros para riego por goteo
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El filtrado es una parte fundamental de un sistema de riego por goteo. Un buen filtro para riego por goteo impedirá que las partículas que pueda llevar el agua no pasen a la red de riego. De otra forma, dichas partículas podrían obstruir los goteros.
Los dos tipos de filtrado más utilizados en riego por goteo son los filtros de malla y los filtros de anillas.
Las características de los filtros de anillas son:
- Son muy buenos filtrado tanto partículas inorgánicas como orgánicas
- Recambios muy baratos. Las anillas son de plástico y por lo tanto son muy económicas. Aun así, es difícil que haga falta cambiarlas
- Limpieza manual sencilla. Desmontar el filtro es muy fácil y basta con meter las anillas en un cubo de agua con ácido nítrico
- Y para terminar un par de videos con el funcionamiento de cada tipo
- Muy bueno filtrando partículas inorgánicas
- Algo más económicos que los de anillas, sobre todo en grandes caudales
- Peor rendimiento con materia orgánica. Partículas filamentosas como algas se quedan enganchadas en los agujeros de la malla
- Recambios caros. Si la malla, que es de acero, se rompe habrá que reponerla y tiene un precio elevado
- Limpieza manual engorrosa. Tendremos que sacar la malla, que puede ser bastante grande y pesada y limpiarla
Todos nuestros filtros de riego, tanto manuales, semiautomáticos y automáticos existen en versión malla y anillas.
Los filtros para bajos caudales son muy económicos, y se pueden usar en instalaciones muy pequeñas, como huertos y jardines. También se utilizan en instalaciones de riego por goteo agrícolas para, por ejemplo, filtrar el abono antes de la inyección en la red.
Los filtros manuales se pueden encontrar en distintas medidas, según el caudal a filtrar. Son una solución económica y de calidad. Se suelen emplear en fincas no muy grandes. El inconveniente que tienen, es que cuando el filtro se ensucia, hay que parar el riego y hacer la limpieza manualmente. Para esto, hay que abrir el cartucho y sacar la malla o las anillas y fregarlas manualmente.
Si disponemos de un agua de riego muy limpia y pasamos mucho tiempo en la finca, un filtro manual puede ser una buena opción para ahorrar dinero. Cuanto más sucia venga el agua, mayor será la frecuencia de las limpiezas y, por lo tanto, más tiempo tendremos que emplear en la limpieza de filtros. En estos casos, puede pasar que los filtros se ensucien hasta el punto de producir una pérdida de presión excesiva en la red de riego. Esto podría impedir el riego y causar serios problemas en la plantación.
Por otro lado, los filtros automáticos tienen la capacidad de autolimpiarse. Estos filtros son controlados por un automatismo conectado a un presostato diferencial. Este presostato detecta la diferencia de presión de la red antes y después del filtro. Cuando esta diferencia supera un valor de referencia, manda señal al automatismo para iniciar la limpieza.
En el caso de los filtros de malla, se abre la válvula de drenaje y un eje con boquillas aspirantes situadas dentro de la malla empieza a girar. Estas boquillas aspiran la suciedad de la malla y la desaguan. Cuando pasa un tiempo establecido en el automatismo, la limpieza finaliza. El gasto de agua es pequeño.
Los filtros de anillas automáticos suelen estar formados por varios filtros, conectado en línea. Cuando se inicia el proceso de limpieza, esta se realiza en cada filtro de forma secuencial. En el filtro que toca limpia se produce una inversión de flujo. Este cambio lo hace una válvula de tres vías. El agua ahora entra por el centro del cartucho y sale hacia fuera. A la vez, las anillas se separan, para facilitar la salida de las partículas. La suciedad sale por el desagüe. Cuando pasa el tiempo establecido, para la limpieza.
Ambas opciones de filtro automático son, evidentemente, mas costosas que las versiones manuales, pero en casi cualquier finca agrícola es la opción más escogida.
Por último, hay una opción intermedia: el filtro semiautomático. Este es un filtro de malla en cuyo interior hay un eje con boquillas, igual que en los filtros de malla automáticos. En la parte superior del cartucho hay una salida con una válvula manual. En la parte inferior, hay una manivela que hace girar el eje. Cuando se abre la válvula de drenaje el agua sale pasando a través de las boquillas. Mientras pasa esto, debemos girar la manivela y, así, conseguiremos que la suciedad se aspire y salga por el desagüe. Es una opción que, siendo económica, facilita mucho el proceso de limpieza. En vez de desmotar el filtro entero, sacar el cartucho y limpiarlo a mano con una manguera, basta con realizar este sencillo proceso.
Elige el filtro que mejor se adapte a tus necesidades. Si es necesario, nosotros podemos ayudarte a decidir.