En nuestra tienda puedes encontrar tubería con gotero integrado turbulento o autocompensante. La calidad de la tubería es la misma, por lo que solo se diferencian en el tipo de gotero. En esta entrada vamos a explicar la diferencia entre ambos para que sea más fácil decidirse entre ellos.
Los goteros turbulentos tienen la desventaja de que el caudal que sale por ellos depende de la presión de la tubería. El caudal que indica el fabricante se obtiene habitualmente a una presión de 1 bar, sin embargo, si la presión varía también varía el caudal. Por eso no podemos poner tiradas largas, que harían que los goteros del final tirasen menos agua que los del principio. Además, las pendientes afectan directamente a la presión, y por lo tanto, también al caudal. La principal ventaja es que son más económicos.
Los goteros autocompensantes incluyen una membrana que compensa la diferencia de presión. A mayor presión más estrangula la membrana el paso de agua, asegurando que el caudal es fijo. Normalmente el fabricante establece un mínimo de presión de 1 bar y un máximo de 3,5 o 4 bar para conservar el caudal nominal. La principal desventaja es que el precio es algo mayor. También se dice que es más fácil que se obstruyan, pero esto se corrige fácilmente con un filtrado y mantenimiento adecuados.
Una vez conocemos las ventajas y desventajas de cada uno, toca elegir cuál nos conviene usar. En líneas generales, para tiradas cortas en terrenos llanos podemos ahorrarnos un dinerillo usando goteros turbulentos sin sacrificar la calidad de nuestra instalación. Cuando las tiradas son largas o existen desniveles en el terreno, es mejor decantarse por goteros autocompensantes, que por poco más nos darán la seguridad de que nuestras plantas se riegan uniformemente.